VALÈNCIA. Desde las 10 de la mañana el Tribunal Constitucional se ha reunido este lunes en un Pleno Extraordinario en el que deberá resolver si frena la tramitación parlamentaria de los cambios en el Poder Judicial y en el propio tribunal de garantías, aprobados por el Congreso y pendientes de votarse en el Senado, a riesgo de provocar una crisis institucional sin precedentes en democracia.
El pleno fue convocado inicialmente el pasado jueves, pero el presidente del TC, Pedro González-Trevijano, lo aplazó a instancias de un escrito de los cinco magistrados progresistas con el argumento de disponer del "tiempo indispensable" para estudiar la cuestión, tras el goteo de informes presentados entre la noche del miércoles y la mañana del jueves por PSOE, Vox y Unidas Podemos.
Ello permitió a los progresistas ganar tiempo y que el Congreso de los Diputados aprobara aquella tarde las enmiendas, incluidas en la proposición de ley que deroga la sedición, que era justo lo que pretendía evitar el PP con su petición al Constitucional de medidas cautelarísimas.
Esta mañana se han presentado nuevos escritos que pueden ralentizar de nuevo el proceso.