El Debate Imposible
VALÈNCIA. En junio de 2019, una de cada cuatro personas presentaba un perfil de riesgo ante la adicción al cibersexo, puesto que realizaba prácticas sexuales a través de Internet que iban "más allá de lo esporádico". Eran los primeros resultados que arrojaba el primer estudio realizado por Salusex, la Unidad de Investigación sobre Sexualidad de la Universitat Jaume I y la Universitat de València, que puso en marcha en 2017 una plataforma digital para la evaluación y tratamiento online de este problema. Hoy, el porcentaje ha crecido del 25% al 33%: una de cada tres personas presenta un perfil de riesgo ante este tipo de adicción, según confirma del director del equipo Salusex, el catedrático de Psicología Clínica de la Salud de la UJI, Rafael Ballester.
Ahora, el crecimiento de la demanda de ayuda ha sido tal que la UJI ha decidido poner en marcha una nueva versión del programa de tratamiento, con un carácter grupal. Y es que la pandemia ha agravado la extensión de muchas adicciones. En el caso del cibersexo, "una de las consecuencias de la Covid 19 y del confinamiento y las consiguientes restricciones en nuestras relaciones sociales ha sido la mayor exposición a las pantallas, con una mayor dificultad para ligar e interactuar sexualmente de forma presencial durante un tiempo, en el que se han generado hábitos que perduran en la actualidad”, explica Ballester. Todo ello junto a una mayor proporción del tiempo de conexión a Internet “ha favorecido un claro aumento de la prevalencia de la adicción al sexo online", explica Ballester.