VALÈNCIA. María Maronda nos revive en su sección a la gran doña Emilia Pardo Bazán, una mujer adelantada a su época o tal vez rodeada de muchos hombres retrasados intelectualmente. Conocemos sus deliciosos recetarios cargados de una mordacidad crítica contra un academicismo patriarcal que le negó en repetidas ocasiones su merecida entrada en la academia de la lengua.